Nunca saber donde puedes terminar o empezar...
Y al ir a coger la última pieza del puzle, en su lugar, en la caja al fin vacía, encontró una nota:"No pensarías que iba a ser tan fácil".
Se le iluminó la mirada, no mostró decepción ni abatimiento sino que plantó una sonrisa de medio lado y miró de reojo donde solamente sabía mirar, pues no le habían enseñado otra forma, al horizonte. Volvió a enfundarse las botas, cargó la mochila al hombro y salió sin dirección definida, sin tiempo límite, pero siendo muy consciente de dónde quería llegar.
Se le iluminó la mirada, no mostró decepción ni abatimiento sino que plantó una sonrisa de medio lado y miró de reojo donde solamente sabía mirar, pues no le habían enseñado otra forma, al horizonte. Volvió a enfundarse las botas, cargó la mochila al hombro y salió sin dirección definida, sin tiempo límite, pero siendo muy consciente de dónde quería llegar.
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