De tú a tú
No encuentro mejor momento que el instante en que tus pupilas se alinean con las mías y nos comunicamos sin mediar palabra.
Si hay una regla común a todos los juegos de tú a tú es la alternancia de movimientos. Ésta es intrínseca a la propia naturaleza del juego; de tal suerte que si no hay alternancia el juego simplemente no existe.
Presiento que es paz lo que necesito.
Presiento que tus pupilas son el refugio idóneo para las mías.
Presiento que pasear contigo es algo más que andar.
Presiento el calor de tu abrazo.
Presiento que presiento demasiado.
Y temo presentir estar jugando solo de nuevo.
¿Jugamos?
Si hay una regla común a todos los juegos de tú a tú es la alternancia de movimientos. Ésta es intrínseca a la propia naturaleza del juego; de tal suerte que si no hay alternancia el juego simplemente no existe.
Presiento que es paz lo que necesito.
Presiento que tus pupilas son el refugio idóneo para las mías.
Presiento que pasear contigo es algo más que andar.
Presiento el calor de tu abrazo.
Presiento que presiento demasiado.
Y temo presentir estar jugando solo de nuevo.
¿Jugamos?
Si no se juega, me temo que todo se quedará en pre - sentimientos. Si se juega, seguramente vayan más allá de ese "pre". O no... Pero habría que intentarlo.
ResponderEliminarBesos, y bienvenido at home, sir...
Bienhallada Avalón. Eso es precisamente lo que me temo. Que todo quede en pre-sentimientos. Besos
ResponderEliminarJuega entonces, Vizconde. Nada se pierde, en todo caso, con un poco de suerte, el "pre".
ResponderEliminarBesos.
Je, je, je, muy buena esa metamorfosis de presentimientos en sentimientos que propones. Un abrazo.
ResponderEliminar