El Vizconde de Bragelone escribía su microrelato con la mirada puesta en el infinito a través de aquel vidrio laminado. Se encontró rodeado, incólume y a la vez sitiado.
Cerró los ojos, habían pasado cuatro semanas, luego cuatro meses y por fin, al abrirlo vió que todos estábamos mirándolo. Entonces, dibujando media sonrisa, dijo
-¿Que, creíais que todo acababa allí, el otro lado de la ventana?
Quimera, según la segunda acepción del diccionario de la Real Academia Española: " Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo." Iluso, según la segunda acepción del diccionario de Real Academia Española:" Propenso a ilusionarse, soñador." En el fondo, ni quiero ser iluso, ni termino de ver las ventaja de invertir en quimeras, pero es que las segundas acepciones siempre fueron mi debilidad, sobre todo si son de personas.
...él estaba jugando solo, en el suelo, sonriendo y señalando con orgullo la esquina de la cuna de la que se había descolgado. P.D.: ¿Y cómo corregir una actitud que puede resultar peligrosa pero que consideras positiva, liberal, atrevida, inteligente, valiente...? Imposible educar en contra de tus propios principios, así que a sufrir toca. No, no por lo de la cuna, si no por todo lo que vendrá después. A sufrir y a disfrutar, ¡cómo me hubiera gustado a mí ser el que no cejó en el intento hasta conseguir anoche saltar de la cuna! ¿Y por qué no? ¿Por qué no intentarlo una y otra vez hasta que consigamos bajar solos de la cuna? ¿Cuán orgullosos estaremos señalando después la esquina por la que nos hemos descolgado?
-Piénsalo bien. Yo creo que tienes el perfil adecuado para formar parte del proyecto. -Pero mis calificaciones no han sido nada espectaculares. -Ya, pero no se trata de eso. Una mesa al fondo de una cafetería. Silvio, una vez más en busca de su unicornio, de fondo y dos camareros que no dan abasto para servir café tras café. Todo lleno de estudiantes y conversaciones. Nada de extraño tiene un profesor Química Industrial hablando con su alumno recién titulado. -Hombre lo cierto es que me agrada mucho la oferta por que más de un compañero lleva casi un año buscando y apenas han hecho una o dos entrevistas. Simplemente me extraña que me lo estés ofreciendo precisamente a mí. -Es increíble como empezó todo- Pensó mientras recordaba la primera vez que le hablaron del proyecto. Ahora colocaba el trípode y la cámara. Ya tenía el periódico preparado y del bolsillo sabría sacar la mejor de sus sonrisas. En el estómago unas cosquillas le hacían sentir que cinco años no podían ser demasiado. Ahor...
El Vizconde de Bragelone escribía su microrelato con la mirada puesta en el infinito a través de aquel vidrio laminado. Se encontró rodeado, incólume y a la vez sitiado.
ResponderEliminarCerró los ojos, habían pasado cuatro semanas, luego cuatro meses y por fin, al abrirlo vió que todos estábamos mirándolo. Entonces, dibujando media sonrisa, dijo
-¿Que, creíais que todo acababa allí, el otro lado de la ventana?
Gracias por el comentario H. ¿Quién sabe si acaba, o no, todo allí?
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