Kaizen P.D.C.A. y querer ser.

Siempre me he jactado de decir que si no soy, o al menos no intento ser, como quiero ser, no quiero ser. Lo cierto es que como altanería y brindis al Sol, no está mal. Si me apuráis incluso pudiera aplicarse como meta u objetivo en si mismo (el objetivo sería: no querer ser cuando no se intenta ser como se quiere ser). Sin ningún lugar a dudas es una machada, dicho sea paso bastante hortera y por momentos rebuscada (no en vano alguien, que creo que en algún momento hace más años de los que me gustaría me quiso, me llamaba repollo con lazo. Y para ser sinceros, según qué situaciones y escritos, no le faltaba razón).

Esta idea me ha acompañado desde hace ya largo tiempo y llegó a mi casi por accidente. Todo fue en una clase de ética a comienzos de C.O.U. en la que al inocente del profesor no se le ocurrió mejor idea que sacarnos a debatir, delante de toda la clase, a mi amigo Isidro y a mi acerca de los principios, morales se entiende. Yo ya venía bastante bregado en este tipo de conceptos gracias a un muy buen profesor de filosofía de 3º de B.U.P., que aquel mismo año siguió con su buena labor en historia de la filosofía (y al que le debo haber leído "La revolución de las masas"), y a un excelente profesor de Lengua y Literatura y de Comentario Crítico de Texto (que maravilla para alguien como yo fue poder hablar de lo que estaba escrito y no de cómo estaba escrito, que maravilla descubrir por primera vez las columnas de Millás), que junto con otro profesor más nos incitó y permitió publicar una revista escolar, excisión juvenil de la revista que publicaba el propio colegio. ¡Qué buenos momentos!¡Qué grandes recuerdos!

Hago un pequeño receso para aclarar que mi opción educativa de aquellos años fue la denominada científico-técnica (matemáticas, física, química y dibujo técnico).

En cualquier caso, este profesor, que era nuevo, no era del todo consciente de lo que había hecho al proponernos a mi amigo Isidro y a mi. Isidro desde su más tierna infancia ha sido la demagogia personificada, una vez estuvimos durante toda una tarde él preguntando "¿y por qué?", y yo respondiendo. No os vayáis a pensar que ese era nuestro hobby la mayor parte del tiempo de aquella época la gastábamos, como cualquiera, tomando cafés, tés americanos y sucedáneos, con amigos y amigas; en las canchas; y según qué fin de semana hasta bebiendo cerveza... No puede ser bueno haberlo pasado tan bien.

Así que ahí estaba mi amigo elucubrando acerca de lo importante que era tener principios para la sociedad, para ser bueno con los demás, para que no hubiera niños que se murieran de hambre en África mientras nosotros comíamos Dalkys, y demás argumentos que pretendían más la aprobación y complicidad de la audiencia que del profesor o responder claramente a su cuestión; cuando a mi me dio por responder que para mi el primer principio, el más fundamental, era ser como quiero ser; y la primera respuesta que vino a mi cabeza al por qué que siguió a mi escueta frase, fue: "Porque si no soy como quiero ser, o al menos lo intento, no quiero ser". Afortunadamente sonó el timbré y salimos todos escopetados camino de casa para seguir hablando, de lo buena que estaba ésta, de lo mal que lo estaba pasando aquel porque habían roto y de a qué hora íbamos a quedar en el Becquer aquella tarde.

Todavía hoy tengo esa idea en la cabeza pero ya no es un principio, ni un objetivo, ni una meta, sino un plan maestro. Así intento que las acciones que planifico y las decisiones que tomo estén alineadas con este plan, intentar ser como quiero ser. De vez en cuando me paro miró atrás y compruebo mis resultados. Me miró en el espejo y me comparo con aquel que quiero ser, no el quieren que sea, no el que debo ser, no el que quedaría bonito que fuera, sino simplemente el que quiero ser. En un primer momento intento indagar realmente quien soy, busco las evidencias que me definen de forma irrevocable, las verdades, para encontrar las diferencias entre lo que soy y lo que quiero ser. Una vez que tengo esas diferencias evidentes que sé que son ciertas, intento aplicar el método deductivo para encontrar las causas por las que me he desviado de mi objetivo. Por último establezco una serie de acciones (un nuevo plan) alineadas con mi plan maestro que voy ejecutando para, un tiempo mas tarde, volver a detenerme y comparar el resultado.

En este blog todavía no lo he dicho, pero ahora mismo me dedicó a ser lo que podría llamarse "Ingeniero de Mejora Continua". Y es curioso porque lo que aquí acabo de exponer es un método de mejora continua(Kaizen) de los que más se aplican (PDCA círculo de Deming, 5W y 1H, 4M de Ishikawa), y cada vez que lo aplico en mi trabajo me resulta tan obvio como la vida misma. No en vano me va la vida en ello, o al menos las ganas de querer seguir viviendo, que no es poco.

Comentarios

  1. TENDRÉ QUE VOLVER A LEERTE,PERO EN PRINCIPIO ME VOY A QUEDAR CON LA LÍNEA NÚMERO 32 EN ADELANTE.NO ES POR NADA,PERO IGUAL ME ENSEÑAN A VIVIR.Me gustaría saber quien soy en realidad y cual es mi verdadero camino,pero tanto tiempo esperando esa respuesta.........¿porqué?.SALUD¡¡¡

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  2. Ten cuidado Etinarcadia no vaya a ser que de tanto releer te vayas a atragantar, a veces puedo resultar muy indigesto... Aunque, bien pensado, si realmente te sirve bienvenido sea.
    Gracias por tu comentario sincero y, entre tú y yo, yo tampoco tengo la respuesta, sólo que en vez de esperarla decidí salir al encuentro...
    Un abrazo...y que no falte.

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