Loca cordura
Y pusiera ser que fuera que quizás vaya encontrando a aquel que siempre se va quedando un paso por detrás, vigilando por las esquinas, pisándome la sombra, escondiéndose cuando miro sobre mi hombro. Pobre cobarde que no sabe seguirme el ritmo; pobre porque siempre me olvido de que no puede seguirme el ritmo.
Ahora está aquí, de nuevo, casi a mi altura, casi me pisa los talones, cree que al fin me alcanzó. Pobre, no sabe que sólo aminoré el ritmo para tomar aliento y volver a esprintar, más rápido, con los ojos cerrados, la cabeza bien caliente y los pies bien lejos del suelo.
P.D: Pobre loco que cree andar libre y suelto. Menos mal, que le tengo bien amarrado, bien cubierta la espalda, bien sujetas las riendas en mi mano izquierda.
Ahora está aquí, de nuevo, casi a mi altura, casi me pisa los talones, cree que al fin me alcanzó. Pobre, no sabe que sólo aminoré el ritmo para tomar aliento y volver a esprintar, más rápido, con los ojos cerrados, la cabeza bien caliente y los pies bien lejos del suelo.
P.D: Pobre loco que cree andar libre y suelto. Menos mal, que le tengo bien amarrado, bien cubierta la espalda, bien sujetas las riendas en mi mano izquierda.
...es curioso. He leido en más de una ocasión este post. Estaba equivocada las primeras veces.
ResponderEliminarPensé que hablabas de otro loco.
...sabes qué? esta vez me quedo en mi propia interpretación... aunque tal vez no sea la primera vez que lo hago... muy probablemente que no.
...siempre un placer.
(...guapos ambos pero....qué frío...no?)
Un abrazo.
¿Frío? No sé, díselo a ellos. Yo aquí, Nadaq, sólo soy el convidado de piedra, un tercero más que en discordia en "acordia" con ambos...
ResponderEliminarYa te dije que mi trastorno ¿bi?polar innato, no te iba a ser fácil de analizar.
Otro abrazo para ti.
Ja, tu loco sos vos! Y no te creás que lo llevás de la correa, ja, es lo que él quiere que creás...
ResponderEliminarAl final llegarás a un punto donde no sepas quien va detrás y quien delante y ahí te darás cuenta que ni vos ni el loco mandan, que sois uno.
En realidad ya me cuesta saber quién va dónde. Pero ésto, H, que quede entre tú y yo.
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