Dulce Introducción al Caos
"(...)Voy haciendo mis planes. Voy sabiendo quien soy. Voy buscando mi parte. Voy logrando el control (...)"
Trazando fronteras, enmarcando (franco y rotundo), delimitando, defiendo, tirando líneas en corto y alejándome luego para ver si el resultado encaja, si encajo, si mi intersección está donde quiero que esté, o al menos que intento que esté donde quiero que esté.
Hoy me apetece rendir un pequeño, pero sentido y sincero, homenaje a dos amigos. Porque son de las pocas personas "auténticamente" auténticas que conozco; por lo mucho bueno que me inspiran; y por lo muy poco, o nada, que les digo que les quiero.
Loco. Mucho antes de que yo supiera lo que eso significa (lo siento Hernando se te adelantaron) él ya estaba loco. La mejor forma de interpretar el Carpe Diem que conozco; leal y sincero; nunca me negó un beso (en la boca tampoco), y mucho menos un abrazo. Coherente consigo mismo y en constante búsqueda; sensible al arte; y, por definición, de mente abierta y abridora, lo que es aún más importante. Cruel espejo en el que me miro cuando a mi mismo me tengo que reprochar mi propia actitud.
Serena. Los pies en la tierra; lista para luchar la siguiente batalla; para evitar que el viento traidor la pille a contrapié y la derribe; y al tiempo capaz de valorar lo bueno de un buen plan bien improvisado. Cual hormiga hace camino poco a poco, día a día y sabe decir las cosas muy claras sin herir; gran virtud.
Un caos minuciosamente organizado. Un orden inevitablemente caótico.
Un Carpe Diem planeado a cada paso con una nueva improvisación cien veces ensayada.
La acción irreflexiva mejor meditada. Descanso sin freno.
La noche más corta sin fin. El día más largo como un suspiro.
Tirando líneas. Coloco el extremo metálico del cordel en el punto de partida. Lo desenrollo poco a poco para que la tiza permanezca adherida. Llego al punto de destino. Tenso firmemente y doy un tirón a la cuerda tensa. La cuerda golpea el suelo dejando una marca de tiza azul. Me dispongo a tirar la siguiente; y otra; y una más antes de cotejar el resultado. Me alejo y compruebo. Bueno, se acerca bastante a un buen intento; desde luego me permitirá estar cómodo y parece que encaja bastante con esa "dulce introducción al caos" que tanto me gusta de vosotros ;).
Por todas aquellas veces que no os lo dije, gracias, os quiero.
Epílogo: ¿Por qué Dulce Introducción al Caos?
Porque, sin conocer la letra, cuando el otro día estábamos comiendo junto a Stv-master en vuestra casa, y pusisteis el nuevo disco de Extremo, vi el título del primer tema, pensé "qué buena definición para esta pareja" y comencé a rumiar este post.
Trazando fronteras, enmarcando (franco y rotundo), delimitando, defiendo, tirando líneas en corto y alejándome luego para ver si el resultado encaja, si encajo, si mi intersección está donde quiero que esté, o al menos que intento que esté donde quiero que esté.
Hoy me apetece rendir un pequeño, pero sentido y sincero, homenaje a dos amigos. Porque son de las pocas personas "auténticamente" auténticas que conozco; por lo mucho bueno que me inspiran; y por lo muy poco, o nada, que les digo que les quiero.
Loco. Mucho antes de que yo supiera lo que eso significa (lo siento Hernando se te adelantaron) él ya estaba loco. La mejor forma de interpretar el Carpe Diem que conozco; leal y sincero; nunca me negó un beso (en la boca tampoco), y mucho menos un abrazo. Coherente consigo mismo y en constante búsqueda; sensible al arte; y, por definición, de mente abierta y abridora, lo que es aún más importante. Cruel espejo en el que me miro cuando a mi mismo me tengo que reprochar mi propia actitud.
Serena. Los pies en la tierra; lista para luchar la siguiente batalla; para evitar que el viento traidor la pille a contrapié y la derribe; y al tiempo capaz de valorar lo bueno de un buen plan bien improvisado. Cual hormiga hace camino poco a poco, día a día y sabe decir las cosas muy claras sin herir; gran virtud.
Un caos minuciosamente organizado. Un orden inevitablemente caótico.
Un Carpe Diem planeado a cada paso con una nueva improvisación cien veces ensayada.
La acción irreflexiva mejor meditada. Descanso sin freno.
La noche más corta sin fin. El día más largo como un suspiro.
Tirando líneas. Coloco el extremo metálico del cordel en el punto de partida. Lo desenrollo poco a poco para que la tiza permanezca adherida. Llego al punto de destino. Tenso firmemente y doy un tirón a la cuerda tensa. La cuerda golpea el suelo dejando una marca de tiza azul. Me dispongo a tirar la siguiente; y otra; y una más antes de cotejar el resultado. Me alejo y compruebo. Bueno, se acerca bastante a un buen intento; desde luego me permitirá estar cómodo y parece que encaja bastante con esa "dulce introducción al caos" que tanto me gusta de vosotros ;).
Por todas aquellas veces que no os lo dije, gracias, os quiero.
Epílogo: ¿Por qué Dulce Introducción al Caos?
Porque, sin conocer la letra, cuando el otro día estábamos comiendo junto a Stv-master en vuestra casa, y pusisteis el nuevo disco de Extremo, vi el título del primer tema, pensé "qué buena definición para esta pareja" y comencé a rumiar este post.
Bravo, bravissimo...
ResponderEliminarAdemás me alegra que no sea yo el del beso en la boca...
Ahora bien, dejalo al "yo" combinarse un poco con el "loko" al escribir, esto está muy loco y aunque no es mal, lo he tenido que leer sólo con el loco, porque mi yo se volvió loco leyéndolo...
Ciertamente no eres tú el del beso en al boca, H, pero no ha hace mucho alguien me dijo algo así como que todo llega temprano o temprano...
ResponderEliminarPor lo demás, si conseguí que tu yo se volviera loco, ¿tenés ahora dos lokos?... y luego soy el complicado... en fin.
Besos a los tres, nos leemos.