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Je suis Charlie

No hay religión que justifique doce camas vacías esta noche, ciento cincuenta juguetes sin niños hace unas semanas, doscientas veinte niñas sin infancia hace unos meses. No existe justificación tras la sonrisa del que empuña el cuchillo junto a su víctima a decapitar. No es religión, no es creencia, no es la lucha de ningún pueblo, no es la defensa de ningún derecho, no es venganza ante nada... Es pura vanagloria personal de los asesinos, los violentos, y nada más. Aujourd'hui, je suis Français, je suis aussi Charlie. Que el miedo no nos callé.

Y cuando su madre entró en el cuarto...

...él estaba jugando solo, en el suelo, sonriendo y señalando con orgullo la esquina de la cuna de la que se había descolgado. P.D.: ¿Y cómo corregir una actitud que puede resultar peligrosa pero que consideras positiva, liberal, atrevida, inteligente, valiente...? Imposible educar en contra de tus propios principios, así que a sufrir toca. No, no por lo de la cuna, si no por todo lo que vendrá después. A sufrir y a disfrutar, ¡cómo me hubiera gustado a mí ser el que no cejó en el intento hasta conseguir anoche saltar de la cuna! ¿Y por qué no? ¿Por qué no intentarlo una y otra vez hasta que consigamos bajar solos de la cuna? ¿Cuán orgullosos estaremos señalando después la esquina por la que nos hemos descolgado?

Creciendo

Una vez alguien, a una pregunta que había hecho otro, me respondió: "Sí, quiero".  Cada instante desde entonces ha sido "queremos". Quiero yo, quieres tú, queremos los dos, luego los tres, dentro de poco los cuatro. Come What May. Sí, quiero

Buen aliño

Imagen
Hay ciertas puestas de sol que con un buen aliño saben mucho mejor. Y otras que simplemente saben bien por el empeño que se puso al hacerse con ellas. Come what may. Ever.

Ella

Sin ningún lugar a dudas, mucho más de lo que nunca llegaré a merecer.  

Decencia indecente

Dicen que es una indecencia presumir de los que otros carecen; es por eso que, en los tiempos que corren, no se me ocurre mayor indecencia que tratar de ser decente... ya no hablemos de serlo, claro está.   

Invasión

Al mirar por la ventana no pudo evitar pensar cuántas de las citas de su agenda no tendrían ya nunca lugar.