No hay religión que justifique doce camas vacías esta noche, ciento cincuenta juguetes sin niños hace unas semanas, doscientas veinte niñas sin infancia hace unos meses. No existe justificación tras la sonrisa del que empuña el cuchillo junto a su víctima a decapitar. No es religión, no es creencia, no es la lucha de ningún pueblo, no es la defensa de ningún derecho, no es venganza ante nada... Es pura vanagloria personal de los asesinos, los violentos, y nada más. Aujourd'hui, je suis Français, je suis aussi Charlie. Que el miedo no nos callé.
Sea ella quien sea, seguro se considera la persona más afortunada del mundo cuando lea este comentario.
ResponderEliminar