Pequeño bocado de realidad

Una pincelada de color en un muro de baldosas grises, monótonas, opacas.
Medio segundo de tranquilidad en medio de una tormenta perfecta.
Media sonrisa de lado entre el agobio de otra jornada laboral de catorce horas.
Cinco notas en armonía abriéndose paso entre una marabunta de ruido disonante
Una poesía cada mañana para quitarse las legañas mientras llega el autobús.
Una brizna de hierba entre el asfalto de la monotonía nuestra de cada día.

Gracias.

http://www.20minutos.es/carta/709930/0/agresion/poesia/madrid/

Comentarios

  1. Cosas como estas, son las que nos permiten dibujar un camino de baldosas amarillas.

    Un abrazo muy grande.

    ResponderEliminar
  2. Está bien eso de dibujar un camino de baldosas amarillas. Está bien dibujarlo y nunca llegar a Oz. Porque mientras llegas el mago es Mago, pero cuando ya estás allí lo único que te puede salvar es tener unos zapatos de charol rosa púrpura, y a mí no me van con nada de lo que tengo en el armario.

    Un abrazo Doroth.. quiero decir Auxi ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Ideas al viento, brindis al Sol y demás...

Entradas populares de este blog

Segunda acepción

BORDADO CON PUNTA FINA COMO LOS PELOS DEL PECHO

Ayer tambén llovió (y III)