Los reglones ¿torcidos? de Dios

Entraron todos en la sala. Se colocaron según protocolo. Todos menos uno. Calabacillas no ocupó su lugar, nada más verlo echo a reír y a correr por la inmensa estancia.


"¡Soy rey! ¡Somos reyes!"
Andaba de un lado a otro con ademán de importancia mientras repetía una y otra vez lo mismo.
"¡Somos reyes! ¡Soy rey!"
A Diego se le iluminó la mirada, entornó los ojos y esbozó media sonrisa casi imperceptible.

Uno de los ayudantes se acercó a él y le increpó lo más disimulado que pudo. Él le hablaba al oído y seguía riendo. Toda la corte, mientras tenía los oídos puestos en la nueva trastada de Calabacillas, admiraba perpleja aquella nueva creación. "¡Qué guapa está la infanta" "¡Oh, sí, sí...!" El rey miraba incómodo a uno y otro lado buscando en sus cortesanos más cercanos alguna explicación a lo que no entendía. Ellos se miraban unos a otros sin saber qué decir.

El ayudante que se había encargado de calmar a calabacillas le susurró algo al oído del secretario de uno de los consejeros. El rumor comenzó a correr. Hubo una sucesión de "ohes" y exclamaciones contenidas. El rey impaciente seguía esperando que el rumor le llegará a él, no podía ser el último en enterarse.
Al fin, alguien le dijo al oído "Majestad, mire el espejo. Son ustedes" "El artista del cuadro les está retratando a ustedes mientras la infanta juega con sus meninas"
"Muy ingenioso. Don Diego. Muy sorprendente e ingenioso."
Un gesto de la mano del monarca indicó que aquella noche Calabacillas debida recibir el doble de ración.

Todos pasaron a la sala contigua. Una suculenta comida celebraba la instalación de la obra nueva. Todos menos Juan Calabazas que en una esquina se frotaba las manos pensando en su doble ración mientras repetía sonriendo y con la mirada en el infinito "Somos reyes. Nos pinta a todos porque todos somos reyes".
Velázquez le observó detenidamente. Ya tenía la imagen, nítida y clara. Estaría el tiempo imprescindible en el almuerzo e inmediatamente se excusaría para retirarse a su estudio. Esa misa noche tendría terminado el retrato de la única persona que había entendido su nueva creación.



P.D.:"Este relato carece en todo punto de rigor histórico alguno que, por otra parte, nunca se ha pretendido en su creación".

Comentarios

  1. Tengo un amigo que dedica su vida a los renglones ¿torcidos? de dios. Le envío este escrito. Sabrá tocar su fibra tal y como me la tocado a mi.

    Magnífico, aún mi piel no vuelve a su posición original.

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  2. Muchas gracias.
    La idea me vino tras visitar recientemetne el Prado con una amiga. No sé porqué me dio por comparar el cuadro de las meninas con lo que hoy en día sería una viñeta en un periódico. De ahí surgió la idea de que nadie en su momento lo entendendería y se puede decir que mientras pensaba en esto Calabacillas pasba por ahí (está justo al lado de las meninas en el museo).
    Por otra parte siempre me ha gustado pensar en la locura o la deficiencia mental como otra forma de ver el mundo no precisametne torcida sino más bien enfocada en otros puntos mira. Y por la frase que encontré en Internet creo que Unamuno pensaba parecido a como lo hago yo, lo cual me enorgullece.
    Me alegra que te haya "llegado".

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  3. "En boca de los niños y de los locos está la verdad". ¿No era algo así la frase? Quizás es como tú lo pensabas cuando estabas en el museo, quizás el loco Calabacillas era el único que entendía la obra de Velázquez desde su particular óptica. Quizás también él era rey, como medio canturreaba...

    Imaginativo relato, me ha gustado muchísimo.

    Saludos cordiales Vizconde.

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  4. Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado Avalon(creo adivinar) y me alegra aun más que te hayas animado a comentarlo. La pobre nada tiene que hacer horas extra para que mis posts no se queden vacías de coments.

    ¿Los locos y los niños? ¿La verdad? Son conceptos tan grandes que se me escapan de las manos. Tan solo me atrevo a decir que si los niños no tienen la verdad, al menos, cuando aún son niños, no tienen la mentira.

    Saludos cordiales.

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  5. Creativo y singular relato. Un grato placer el haber caido en este rincón de la BLOGesfera.
    un saludo.

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  6. Gracias Itoitz.
    Bienvenido, la puerta siempre está abierta, pasa y sírvete tú mismo.

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