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Mostrando entradas de mayo, 2009

En su justa medida

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Justo debajo de las costillas, entre la boca del estómago y los pulmones, presiona con fuerza para salir por mi boca. Pero mi boca está cerrada y mis manos solo escriben típicos tópicos, ripios baratos, frases hechas, material de anticuario. Abro mi pecho con las manos, desgarrando carne y tejido conjuntivo, hasta tener un hueco suficientemente grande, e introduzco mi cabeza. Pero sin luz mis ojos son inútiles y mis oídos permanecen taponados por la sangre. Mudo, inútil, ciego y sordo dando vueltas, una vez más, a mi propio cubo de Rubik; encajando colores que luego dudo si desencajar a pesar de que sé que es la única forma de llegar a la solución final. Tonto que prefiere dos caras casi hechas a la oportunidad de resolver el rompecabezas completo. Si dejo de apretar se desvanecerá. Si aprieto demasiado se quebrará en mil pedazos. Y creo que hace tiempo que perdí el tacto.

De tú a tú

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No encuentro mejor momento que el instante en que tus pupilas se alinean con las mías y nos comunicamos sin mediar palabra. Si hay una regla común a todos los juegos de tú a tú es la alternancia de movimientos. Ésta es intrínseca a la propia naturaleza del juego; de tal suerte que si no hay alternancia el juego simplemente no existe. Presiento que es paz lo que necesito. Presiento que tus pupilas son el refugio idóneo para las mías. Presiento que pasear contigo es algo más que andar. Presiento el calor de tu abrazo. Presiento que presiento demasiado. Y temo presentir estar jugando solo de nuevo. ¿Jugamos?

Y sin embargo.

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Y sin embargo hay días en los que hasta el coche entra a la primera en ese sitio imposible a la puerta de casa.

Extraño

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A Ceci. Por extrañar que no quede. Hoy me puse el primer CD de Amaral y empecé a extrañar muchas cosas de mis últimos tiempos en Salamanca y me acordé de Ceci y de cómo ahora que ha vuelto de viaje extraña mucho todo lo de allá. Lo malo de tanto extrañar es que al final te terminas extrañando a ti mismo. Eso y que si extrañas no haces otra cosa, y entonces ¿qué vas a extrañar mañana? En cualquier caso y por puro y simple ejercicio de desahogo personal (y de rivalidad, a ver si va creer Ceci que puede extrañar más que yo), aquí va a bote pronto todo lo que me pasa por la cabeza y que extraño, así, sin orden. Sólo espero que el inconsciente no me traicione y que no aparezca mi nombre en la lista. Aunque bien pensado, ¿qué es esta lista sino yo? La tardes de balón y de guerras de agua en el parque Picasso. La piscina. Las meriendas en el río. Un R12. Merendolas en clase. El primer día de vacaciones. Acampadas. Olor a hierba húmeda. Noches estrelladas. Guitarras en torno al fuego. Caminata

Comienza la Aventura...

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http://lookingforawhitecap.blogspot.com

Que la noche es de huir (yII)

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No podía ser cierto que aquella boca que besaba con pasión a ese otro hombre fuera la misma que no encontraba el momento de despegar sus labios de los suyos, que prolongaba los besos con otros más pequeños repetidos con ansia mientras le sujetaba la cara. "Próxima estación, Tirso de Molina. Atención, estación en curva. Al salir tengan cuidado de no introducir el pie entre vagón y andén". Era por lo menos la tercera vez que pasaba por Tirso de Molina en ese sentido, pero todavía no quería levantarse del asiento del vagón. Hacía rato que había decidido no ir a trabajar. No tenía sentido ir en aquel estado. Necesitaba organizar ideas. Y no resultaba facil construir nada tomando como base la única verdad que poseía en ese momento-La vida ya no tiene sentido. Maldita la hora en la que leyó aquel mensaje por casualidad, hubiera sido mucho mejor seguir en la placentera ignorancia. Ahora estaba dando vueltas en el metro y en su cabeza. Y a pesar de todo, no podía acallar un leve zumb