All of me

Resulta curioso lo importante que es el momento en el que te llegan las canciones. Según sea ese momento puede ser que el significado que tenga para ti ese tema diste mucho del que pretendía el que lo compuso; incluso del que asume la mayoría de la gente que lo escucha. Luego, con el tiempo, un mismo tema puede llegar a tener incluso distintas significaciones que, por qué no, pueden llegar a eclipsar a esa primera impresión (¿verdad?, gota de rocío). Sea como fuere, al final terminas asociando ciertos temas a momentos personales y asimilando su contenido con tu significado personal.

La canción que inspira este post llegó a mi hace cinco años en un momento muy especial. Un momento de estos que, cuando lo estás viviendo, sabes que te va a marcar y con el tiempo compruebas que realmente te ha marcado y sigue ahí. No se va como otros tantos muchos que por muy importantes que parecieran simplemente fueron castillos en el aire.



"These wounds don't seem to heal, this pain it's just too real, there's just to much that time cannot erase."

¿Sabes?, todavía me acuerdo de ti. Y no precisamente de lo mal que lo pasamos al final, sobre todo tú. Todavía me pregunto de dónde sacaste las fuezas para llevarte hasta la última molécula de oxígeno que fuiste capaz. ¿Me oíste decir: "es suficiente, descansa"? En fin, aunque ahora me traicionen los sentimientos te puedo garantizar que no es precisamente eso lo que a menudo recuerdo de ti.

Me suelo acordar de ti, y mucho, cuando tengo que explicarle a alguien algo complicado, sobre todo si son matemáticas. Sí que eras bueno en eso. Qué bien que sabías hacer sencillo lo complicado.

Me acuerdo de ti cuando tengo que tomar decisiones difíciles, y últimamente me ha tocado tomar alguna. En esos momentos rebusco en mi memoria tus palabras en situaciones parecidas como el que busca tesoros en un baúl desordenado.

Me acuerdo de ti cuando tengo que enfrentarme al del otro lado del espejo para ver si tiene mucho que decirme o por el contrario me va a dejar ir a dormir tranquilo.

Es imposible no tenerte en la memoria, aunque sólo sea por un segundo fugaz, cuando veo a Carmen y a Rocío, pero sobre todo cuando veo a Álvaro. ¿Qué no hubieras hecho tú por ese niño? y ¿qué no hiciste? Te prometo que con ellos intento estar a la altura, aunque no es sencillo, bien lo sabes. Por supuesto sigo sintiendo que en parte te traiciono cuando no soy el que sé que quiero ser.

Pero sobre todo, me acuerdo de ti cuando viajo (como el fin de semana pasado que estuve en Portugal, aunque no compré 'moqueiros'). Cuando voy al campo e inspiro aire en lo alto de una montaña, o me tumbo a la orilla de un río y siento el frescor de la hierba mojada; y si ya es en la sierra... Ni te cuento lo que añoro esas tardes de verano en la Regajera, esas escapadas al Puente del Congosto, y Alba, Alba de Tormes nunca volverá a ser lo mismo sin ti.

Porque me ensañaste a querer; porque me enseñaste a disfrutar de las cosas sencillas y naturales; porque me ensañaste a creer en las personas y en su capacidad de mejora; porque, en gran medida, intento ser quien quiero ser gracias a ti; déjame darte un beso y decirte algo que casi nunca te dije. Gracias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segunda acepción

BORDADO CON PUNTA FINA COMO LOS PELOS DEL PECHO

Cálida Salamanca