Aquello que nunca tuviste
Te acercas la taza a los labios pero el té ya está frío.
Das una vuelta en el cama y de nuevo su rincón es el lugar más vacío que nunca existió.
Esperas que llegue y te abrace por la espalda con la certeza absoluta de que nadie lo hará.
Eco resuena entre las paredes de tu corazón vacío.
Perdidos tus ojos sedientos no saben donde encontrar un nuevo mar en el que perderse.
Tus manos han perdido la habilidad de agarrar con firmeza las suyas.
Y a pesar de todo quieres seguir queriendo estar donde estás, porque sabes que echas de menos aquello que nunca tuviste.
Das una vuelta en el cama y de nuevo su rincón es el lugar más vacío que nunca existió.
Esperas que llegue y te abrace por la espalda con la certeza absoluta de que nadie lo hará.
Eco resuena entre las paredes de tu corazón vacío.
Perdidos tus ojos sedientos no saben donde encontrar un nuevo mar en el que perderse.
Tus manos han perdido la habilidad de agarrar con firmeza las suyas.
Y a pesar de todo quieres seguir queriendo estar donde estás, porque sabes que echas de menos aquello que nunca tuviste.
Una hermosura.
ResponderEliminar...uf.
Aceptame un té (aun caliente)
Un abrazo.
y a pesar de todo continuar...
ResponderEliminarPreciosas tus palabras
Gracias por tu visita a mi pequeño rincón, me alegra conocer el tuyo. Con tu permiso agrego tu blog como reseña, para poder seguir tus pasos
Un gran saludo
Muchas gracias, Nadaq. Te acepto un té, y dos, y cuatro si hace falta. Un abrazo para ti también. Por cierto sigo releyendo tu último post.
ResponderEliminarBienvenida Auxi. Gracias por tus palabras y tu intención de seguir mi blog, espero no defraudarte. Por favor siéntete con total libertad y lee, comenta, critica y protesta si lo crees oportuno. Otro saludo para ti.